El huerto de La casita de Wendy

En Pozuelo de Alarcón, hacia las afueras de Madrid, viven Inés e Iván, quienes desde hace poco más de nueve años hacen ropa bajo el nombre La casita de Wendy.
El sello de la marca está teñido por tonos encendidos, humor y un espíritu de infancia atemporal; plasmado lo mismo en cortes hiperbólicos que en patrones que podríamos imaginar dentro de un libro para colorear. Este par suele estar ocupado con el manejo de la marca, y orquestando un proyecto cuatrimestral llamado El Estudio, que consiste nada más y nada menos que en un workshop dentro de su propio Atelier, el cual abren a un pequeño grupo de estudiantes para desarrollar colecciones personales, o ahondar en algún tema del negocio de la moda.
En esta ocasión lo que nos interesa no es El Estudio ni su colección más reciente; sino un huerto que han montado hace algún tiempo en la casita de Pozuelo de Alarcón.
Cintia, quien les sigue la pista desde hace un par de años, los entrevistó para conocer algo más sobre el asunto.



Cintia: Hola chicos! Nos gusta mucho La casita de Wendy y hace poco descubrimos que tienen un huerto, cosa que nos encanta.
Parecería que llevan ya un buen tiempo cultivando comestibles ¿Como surgió la idea de montar un huerto en casa?
La casita de Wendy: Pues la idea surgió porque queremos comer alimentos que no lleven pesticidas ni productos químicos y además nos encanta tener plantas, con lo cual decidimos plantar nuestra propia comida orgánica.

C: Más allá de ser los mismos artífices ¿existe algún vínculo entre La casita de Wendy y el huerto?
LCdW: El huerto nos sirve de terapia para combatir el stress y además nos pone en contacto con la naturaleza y con lo realmente importante de la vida.
C: A juzgar por las fotografías, lo suyo es más que algunas matas en macetas ¿Que verduras y frutos podemos encontrar? ¿algún tesoro extravagante?
LCdW: Realmente tenemos cosas muy normales. Tomates, calabacines, patatas, berenjenas, pimientos, pepinos, ¡y fresas! Además tenemos un olivo que ahora está lleno de aceitunas y las tenemos que preparar para comerlas.



C: Lo típico cuando uno se aventura a cultivar comestibles es encontrarse con plagas y enfermedades de las cuales no tenías ni idea ¿Cual ha sido la mayor dificultad con la que han lidiado? ¿la mayor satisfacción que les ha dado el huerto durante el tiempo que llevan con él?
LcdW: La mayor dificultad ha sido que como no vivimos en el campo, no hay suficientes insectos para polinizar las flores y algunas especies como el calabacín no sabíamos porqué no daba fruto. ¡Después descubrimos que teníamos que polinizar nosotros las flores manualmente!
Por otro lado todo ha salido genial y la mayor satisfacción ha sido disfrutar de nuestras propias verduras que están increíbles. Muchísimo más ricas que las que compramos en las tiendas, que han crecido en invernaderos y de forma artificial; con productos químicos etc…

C: Por último. Según Inés e Iván ¿Que elementos se requieren para tener un huerto funcional y productivo? ¿Que recomendarían a aquellos que han fantaseado alguna vez con montar un pequeño huerto en casa?
LCdW: Lo más importante es tener ganas y cuidarlo mucho, además disponer de un pequeño espacio al que le de mucho sol y algo de tierra (pueden ser macetas también)

C: ¡Muchas Gracias!
LCdW: Gracias a vosotros.



Ya sabes que vegetales comen Inés e Iván. Si te da por indagar más acerca de la ropa que hacen, aquí está la web de La casita de Wendy

Cintia Rodríguez, además de ser parte fundamental de Brillo Monthly, tiene una linea de ropa llamada Lundii